La política, dice éste, está consagrada a gestionar la vida y el desarrollo de los hombres y de los pueblos y a asegurar su progreso y logros.
Sin embargo, comenta, es en ella donde suelen decirse las más desacertadas expresiones y los actos más contradictorios con la naturaleza de ésta.
El caso que ofrece Bibi Netanyahu y la nueva formación gubernamental, parece aportar un buen ejemplo.
Netanyahu ha logrado un éxito sin precedentes en las matemáticas, ejecutar la sorprendente operación aritmética de las sumas que restan.
Ante la negativa de Livni, de conformar una coalición nacional, opta sin remedio por la constitución de un gabinete de derecha-derecha.
Este alineamiento resta categóricamente en el plano internacional, del que tanto depende Israel.
Ante la torva mirada de Washington frente a las declaraciones del entonces candidato a canciller, Avigdor Liberman, opositor radical a la fórmula de “dos estados para dos pueblos”, busca una salida avezada y continúan así, las sumas que restan.
Dispuesto a no terminar asfixiado por el abrazo del oso, que Liberman representa, comienza negociaciones secretas con Ehud Barak.
Este otro genial matemático, llega a lo inhallable, la cuadratura del círculo.
Para convencer a su formación de entrar en tan molesta coalición no son suficientes los cinco ministerios, a los que se hace acreedor, debe justificar estar en un gabinete supuestamente contrario a los postulados laboristas y con una hegemonía radicalmente derechista.
Argumenta haber llegado a las negociaciones con el propósito de defender La Conferencia de Annápolis y La Hoja de Ruta.
Justamente lo que en su discurso de toma de posesión del cargo, el ahora canciller Liberman, da por muerto, sin objeción del jefe del ejecutivo.
Los cálculos de Bibi, fueron equívocos, el glamour y la seducción de Barak, no fueron eficaces para embelesar a un Departamento de Estado enfurecido.
Clinton primero y luego el enviado especial George Mitchell, fueron claros, dos estados y el fin de los asentamientos en Cisjordania.
Obama mientras tanto, convoca a Charles Freeman, para ocupar la Dirección del Consejo Nacional de Inteligencia.
Político veterano con treinta años de experiencia, se enfrenta a las presiones de AIPAC
(American Israel Public Affairs Committee), organismo que vela por los intereses de Israel en la zona.
Freeman sortea la presión de AIPAC, su visión no es de ayuda incondicional a Israel y el Comité tambalea. Las posiciones de Freeman no son la única causa.
AIPAC tiene ahora competidor, se llama “Street J” (Jewish), jóvenes de pulcra formación, muchos con posgrados en nuestras universidades, pertenecen al ala más progresista del Partido Demócrata.
Otro mérito no menor, acompañaron al entonces Senador Obama, desde el comienzo de su candidatura.
Lo hicieron frente a la evidencia del menor porcentaje en intención de voto, por parte de la población judía hacia un candidato demócrata: cincuenta y siete por ciento.
Marcado contraste con el superior al setenta por ciento que tuvo Carter y el mayor al ochenta por ciento de Bill Clinton.
Este nuevo grupo, con actividades semejantes a AIPAC, tiene una visión distinta, no incondicional a los gobiernos de turno en Israel.
Buscan la integridad y seguridad de Israel, pero son geopolíticamente pragmáticos y más proclives a atender la nueva orientación norteamericana en temas de su competencia.
Los aires también cambian en este sentido, son épocas de sorpresas.
Ante las vagas y no claras expresiones de Netanyahu sobre una “paz económica” con los palestinos y la negativa de pronunciarse por la existencia de dos estados, el presidente Obama aseguró que lo que Liberman da por muerto, para su país es un instrumento estratégico al que no renunciará.
El conflicto es ahora frontal, amenaza con ser no coyuntural, si Netanyahu continúa con sus posturas.
Encrucijada difícil, para alguien que conoce perfectamente los mecanismos del poder.
Netanyahu no puede aceptar los requisitos de Washington sin romper su coalición y por ahora Livni, no parece colaborar mucho.
La política geoestratégica de Washington no experimentará cambios, sí estilos, pero los intereses vitales seguirán firmes.
Tengamos en cuenta ciertas actitudes del nuevo presidente: las declaraciones en Turquía, Guantánamo, las apreciaciones sobre el Islam, etc.
Es necesario estabilizar el Oriente Próximo, pues el eje ya no está aquí, es sí vital en la cadena estratégica, por lo cual resulta fundamental disminuir ciertas hipótesis de conflicto, para lo cual son necesarios cambios concretos en la región.
En ese sentido la existencia de un Estado Palestino, resta presencia y espacio a actores como Hamas e Hizballah, artífices de conflictos de cuarta generación y carácter transnacional.
Permite además profundizar la puja con Irán, por el control del Golfo Pérsico y la hegemonía regional, que concentra sólo en Arabia Saudí, el veinticuatro por ciento de la reserva petrolera mundial.
Facilita también prever medidas a un futuro no muy lejano sobre la evolución del conflicto Iraquí, frente a una retirada que termine en una fragmentación territorial y la potencial presencia de un segundo estado Chií en la zona.
El papel Saudí en esto, es sumamente relevante, ya que frente a Irán en la lucha por la hegemonía regional, es el mejor posicionado.
En términos más específicos y ampliando el panorama de la geopolítica norteamericana, podemos decir que los puntos centrales son Irak y Afganistán.
Los estrategas se preocupan por el espacio amplio de las hipótesis de conflicto futuras a nivel mundial y en ese sentido la lucha por los recursos vitales, domina el escenario.
El Pentágono prestigia los cinco comandos mundiales centralizados en el Central Command (Centcom) para proteger el petróleo del Golfo Pérsico y el más reciente Africa Command (Africom).
El Centcom, es creación de Reagan y responde a lo que se denomina el arco de conflictividad, que se despliega desde América del Sur, pasando por el norte de África, Oriente Medio, Asia Central hasta Indochina.
La categorización, responde en términos geopolíticos, a las evaluaciones de inestabilidad de las zonas.
En la protección del Golfo Pérsico, tiene un papel fundamental el mismo Centcom y también el África Command (Africom).
Existen otros dispositivos operativos como:
.El Comando Europeo (USEUCOM), en Alemania.
.El Comando del Pacífico (USPACOM) situado en Hawai.
.El Comando del Sur (USSOUTHCOM) con centro en Miami.
.El Comando del Norte (USNORTHCOM) en EEUU, con acción interna en todo su territorio.
Este dispositivo militar geoestratégico, cuenta con alrededor de mil bases alrededor del mundo.
Rusia es visualizada como una adversaria jerarquizada, pues busca dominar el transporte de energía, especialmente hacia Europa.
Temen que su aumento en el control de la distribución del petróleo y del gas en Eurasia, debilite la influencia estadounidense en la región.
La doctrina Carter, sostiene que los EE.UU. no pueden admitir que una potencia hostil obtenga en un momento dado, el control del flujo petrolífero en el Golfo Pérsico.
Así se entiende el despliegue militar en Irak y Afganistán, como el traslado de fuerzas de la periferia de Eurasia hacia sus regiones centrales y del sur, especialmente Europa central y oriental, el centro de Asia y el sudeste asiático, como también hacia el norte y centro de África.
El Próximo Oriente en términos mediterráneos, es un peldaño en el desarrollo estratégico del Pentágono, un escalón importante, pero sólo un escalón.
El tema es vasto, pero es preciso entender que el rol de Israel en este complejo panorama es significativo: por supuesto dentro del rol y espacio que le corresponde, no más.
De acuerdo a la lógica dominante, Israel se acopla a este diagrama o comienza a ser molesta, éstos son a grandes líneas los planes de Norteamérica.
El esquema de acción en lo posible será de políticas blandas, alianzas no beligerantes y marcos de diálogos para acuerdos.
Las guerras asimétricas también deben quedar claro, no se pueden enfrentar sólo militarmente, exigen acciones políticas complementarias.
Israel parece aparentemente estar alejada de entender esta situación y la intransigencia la puede dejar entrampada, perdiendo el estatus de socio confiable privilegiado de Estados Unidos y pasar, aunque no parezca probable en el corto plazo, a categoría “subprime”.
Los antropólogos dicen que los mitos con sus metáforas, explican situaciones y procesos, dándoles sentido.
El Mito del Laberinto, habla del encierro para buscarse a sí mismo en una proeza particular.
La proeza del héroe que en su desafío, se atreve a enfrentar el misterio del destino, para encontrar el camino y visualizar el futuro devenir, alcanzando amplitud de miras inusitadas.
Sale del encierro gracias al coraje de desafiarse a sí mismo en esa búsqueda.
Pero salen los que tienen ese coraje que los convierte en héroes enfrentando el destino, de lo contrario, la suerte es otra, es el deambular perdidos en ese laberinto por siempre.
Esperemos de esta nueva formación gubernamental, coraje y responsabilidad para la apertura hacia horizontes viables por caminos lúcidos y racionales.
Porque hablando de mitos, tenemos el de Narciso, que cautivado por su propia imagen, no tuvo espacio para otros horizontes.
Contemplándose, quedó pendiente de ella, como única realidad existente y el final es ya conocido.
Trabajemos para encontrar uno mejor para nosotros, que presuponga el verdadero bienestar de las mayorías.
-Michael T. Clare, “Blood and oil: the dangers and consequences of America's growing dependency on imported petroleum”
_Lind, Nightingale, Schmitt, Sutton y Wilson, “The Changing Face of War: Into the Fourth Generation”, Marine Corps Gazette, octubre de 1989.
-Thomas X. Hammes, “The Evolution of War: The Fourth Generation”, Marine Corps Gazette, septiembre de 1994
-F. William Engdah,”America's Geopolitical Nightmare and Eurasian Strategic Energy Arrangements”2005
_ Stephanie Hanson,”U.S. African Command” 2006
- Goldwater-Nichols,”Defense Reorganization Act Restructures US Military” 2006
(Versión en español)
Original: Instituto Campos Abiertos – Israel
Supervisión de edición en español: Graciela Nutkiewicz
*Carlos Braverman (Israel): Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles de Israel. Activista por una coexistencia judéo-árabe mutuamente justa y el altermundialismo. Miembro del Partido Meretz (Partido Socialista de Israel - Haifa). Presidente del Instituto Campos Abiertos.
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